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Desde los primeros pasos de la tecnología móvil con la aparición del 1G, las redes han experimentado una evolución impresionante. Cada nueva generación no solo ha incrementado la velocidad y la capacidad de transmisión de datos, sino que también ha abierto nuevas posibilidades, cambiando la forma en que nos comunicamos y vivimos. Hoy, estamos a las puertas de una nueva revolución con la llegada del 5G, una tecnología que promete transformar radicalmente nuestras vidas. Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí y qué hace al 5G tan especial?

1G: El inicio de la revolución móvil 

Antes de la llegada del 1G, las llamadas telefónicas pasaban por centralitas manuales, como se muestra en la serie «Las chicas del cable«. Esta primera generación de redes móviles, introducida en 1979 por Nippon Telegraph and Telephone (NTT) en Tokio, marcó el inicio de una nueva era. Con el 1G, se estableció la primera red de células de comunicación, que cubría áreas geográficas con radiotransmisores de baja potencia, permitiendo la comunicación sin necesidad de una conexión física entre los dispositivos.

2G: El nacimiento de la comunicación digital

En 1991, la llegada del 2G con el estándar GSM marcó el primer gran salto hacia la digitalización. Esta nueva generación permitió un mayor ancho de banda y velocidad, haciendo posible la introducción de los mensajes de texto (SMS) y los primeros accesos a servicios de internet a través de WAP. El 2G sentó las bases para la comunicación móvil tal como la conocemos hoy, al permitir una conectividad más eficiente y extendida.

3G: El despegue de los smartphones

El 3G llegó a España en 2002 con el estándar UMTS, basado en WCDMA, un avance que permitió a los usuarios compartir tiempo y frecuencia de manera más eficiente. Esta generación trajo consigo la aparición de los primeros smartphones, dispositivos que revolucionaron la manera en que interactuamos con el mundo digital. Además, la calidad de las llamadas de voz mejoró significativamente, equiparándose a la de las redes fijas, lo que consolidó al 3G como una tecnología fundamental en la evolución de las comunicaciones móviles.

4G: La conectividad permanente

En 2011, el 4G marcó el inicio de una nueva era de conectividad. Con velocidades mucho mayores y una estabilidad que permitió el desarrollo de aplicaciones como WhatsApp, el 4G posibilitó las videollamadas y el acceso constante a internet desde cualquier lugar. Esta generación también impulsó el uso de los pagos online desde el móvil, aunque la latencia comenzó a ser un desafío para el desarrollo de nuevas aplicaciones que requerían una respuesta en tiempo real.

5G: La nueva revolución tecnológica

El 5G, que comenzó a estar disponible en España en 2019, promete cambiarlo todo una vez más. Con la capacidad de conectar una enorme cantidad de dispositivos simultáneamente, el 5G ofrece una velocidad de transmisión de datos mucho mayor y una latencia extremadamente baja. Esto no solo hará que nuestras interacciones en la red sean más rápidas, sino que también abrirá la puerta a nuevas aplicaciones, desde el internet de las cosas (IoT) hasta la conducción autónoma y la telemedicina en tiempo real.

A pesar de que aún faltan algunos años para que todos podamos disfrutar plenamente de las ventajas del 5G, esta tecnología ya está sentando las bases para el futuro.

La evolución de las redes móviles, desde el 1G hasta el 5G, ha sido un viaje impresionante que ha cambiado la manera en que nos comunicamos y vivimos. Cada nueva generación ha superado a la anterior en velocidad, capacidad y posibilidades, y el 5G no es la excepción. En Centum sabemos que estamos ante una nueva revolución tecnológica que apenas está comenzando, ¿cómo crees que revolucionará el 5G nuestro día a día?