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En fechas recientes, las noticias de vuelos que han sido atacados por interferencias como el incidente de la Ministra de Defensa española, Margarita Robles o que el avión de Ursula von der Leyen se vio obligado a aterrizar en modo manual tras sufrir interferencias en su GPS ha vuelto a poner sobre la mesa un riesgo creciente: los ataques a los sistemas GNSS, que pueden afectar tanto a la seguridad aérea como a todo tipo de operaciones críticas.

Ambos incidentes más allá del impacto mediático dejan una pregunta inquietante:

¿Qué habría pasado si no hubieran tenido margen de maniobra?

La dependencia global del GNSS (Global Navigation Satellite Systems) es total:
Transporte aéreo y marítimo, telecomunicaciones, logística, defensa, infraestructuras críticas… todo está sincronizado y geolocalizado gracias a las señales recibidas desde los satélites.
Y por tanto, todo es vulnerable.

Las degradaciones del sistema GNSS, ya sean deliberadas (jamming, spoofing) o accidentales, no son nuevos desafíos, pero sí están creciendo en frecuencia y sofisticación. La pregunta ya no es si pueden ocurrir, sino

¿Estamos preparados para detectarlas a tiempo y minimizar su impacto?

En CENTUM llevamos tiempo trabajando justamente en eso: soluciones que fortalezcan la seguridad de las operaciones basadas en GNSS, permitiendo detectar, ubicar y reaccionar frente a ataques o interferencias. Aquí es donde entra Nojamzone.

¿Qué hace Nojamzone?

Nojamzone
  • Detección inmediata de degradaciones GNSS, ya sea jamming o spoofing.
  • Localización precisa del origen de las interferencias jamming, para actuar o neutralizar.
  • Alertas automáticas y generación de informes ofreciendo una visualización del espectro bajo demanda en las bandas GNSS, lo que facilita tanto la respuesta inmediata como el análisis posterior.
  • Integración versátil. Ideal para proteger infraestructuras vulnerables (aeropuertos, espacios aéreos conectados, instalaciones de comunicación) que tienen una gran dependencia de los sistemas GNSS.
  • Operación autónoma las 24 horas, sin necesidad de intervención constante.

Estos incidentes, y otros similares reportados en los últimos meses, subrayan una realidad clara:
La resiliencia en navegación no depende solo del sistema, sino de las herramientas que lo vigilan.

Tecnologías como Nojamzone permiten anticiparse, proveen datos precisos para tomar decisiones informadas y ayudan a recuperar el control en momentos donde cada segundo cuenta.

El caso del vuelo de von der Leyen no fue un fallo tecnológico, fue una situación evitable con la preparación adecuada. Algunas de las deficiencias que afloran podrían haberse mitigado con una solución como Nojamzone:

  • Si el aeropuerto contara con estaciones de detección activas, podría haberse identificado rápidamente la interferencia, permitiendo alertas previas a la aproximación.
  • La tripulación podría haber tenido acceso a información clara sobre la fiabilidad del GPS antes del aterrizaje, ayudando a decidir si trabajar con modos alternativos de navegación.
  • En el aeropuerto, los responsables podrían haber usado los informes del sistema para coordinar acciones con controladores aéreos, autoridades locales y militares si la interferencia es deliberada.

Estas últimas noticias nos recuerda que, en el mundo actual, la dependencia del GNSS es tan grande que no se pueden ignorar los riesgos inherentes. Cada vez con más frecuencia surgen amenazas como el spoofing o el jamming, ya sea por razones técnicas accidentales o intencionales.

Para organizaciones, infraestructuras y operaciones que dependen del posicionamiento satelital, contar con sistemas que detecten y localicen interferencias, no es un lujo, es una necesidad.